El centollo es un crustáceo marino que habita en las aguas costeras de Europa, América del Sur y de las regiones templadas del Pacífico. Es un animal de carne suave y sabrosa, y es muy apreciado en la gastronomía de países como Argentina, Chile y España.
El centollo se puede encontrar en aguas profundas, desde la superficie hasta los 200 metros. Tiene un cuerpo duro y armado con una caparazón, que le protege de los depredadores y de los cambios bruscos de presión. Su característica más distintiva es su gran tamaño, ya que puede crecer hasta 60 centímetros de largo y pesar más de 3 kilogramos.
Además de su carne, el centollo también es valorado por su hermoso caparazón, que puede ser utilizado como objeto decorativo.
El centollo se puede pescar de diversas maneras, pero la pesca artesanal es la más común. Esta técnica consiste en bajar un anzuelo con un cebo hasta el fondo marino y esperar a que el centollo lo muerda. Luego, el pescador tira del anzuelo y extrae el crustáceo de la agua.
En la cocina, el centollo se puede cocinar de muchas maneras, incluyendo la parrilla, el horno y la plancha. También es popular en la elaboración de sopas y ensaladas. Se recomienda cocinarlo poco tiempo para preservar su textura y su sabor.